La reciente conversión en ley de la mayoría de las disposiciones del Decreto 36/2025, también conocido como Decreto Tajani, ha marcado un punto de inflexión en el acceso a la ciudadanía italiana para los descendientes de italianos en el exterior. A partir de ahora, solo hijos y nietos de ciudadanos italianos nacidos en Italia podrán acceder a la ciudadanía por vía administrativa. En cambio, los bisnietos y tataranietos han sido excluidos del tradicional criterio de “ius sanguinis” que permitía transmitir la nacionalidad sin límites generacionales.
¿Qué establece la nueva legislación?
El texto aprobado por el Parlamento italiano establece que solo podrán obtener la ciudadanía por descendencia directa aquellos que tengan padres o abuelos nacidos en territorio italiano. Este cambio excluye automáticamente a las generaciones más alejadas, que hasta ahora podían iniciar su trámite en consulados italianos en el extranjero si lograban demostrar su linaje.
Antonio Tajani, vicepresidente del Consejo de Ministros y principal impulsor de la reforma, defendió la medida afirmando:
“La ciudadanía debe ser un reconocimiento serio y consciente, que se confirma con el compromiso. Esta reforma no excluye, sino que responsabiliza. Propone criterios más selectivos y transparentes para fortalecer la integridad del sistema y prevenir abusos.”
¿Hay alternativas para bisnietos y tataranietos?
Según explicó la abogada especialista en migraciones Belén Loccisano, fundadora de la gestoría Zittano en Argentina, aún existen opciones para las generaciones excluidas. A partir de 2025, los bisnietos y tataranietos de italianos podrán optar por una nacionalización especial, que solo podrá gestionarse desde Italia, luego de cumplir dos años de residencia legal en el país.
Este proceso requerirá, además de la residencia, acreditar conocimientos del idioma italiano. Se trata de una vía más exigente y prolongada, que obliga a los solicitantes a trasladarse y establecerse temporalmente en Italia.
¿Qué pasa con quienes ya iniciaron el trámite?
Loccisano aclaró que aquellos que lograron presentar la documentación en los consulados antes del 27 de marzo de 2025 —fecha en la que entró en vigencia el Decreto Tajani— seguirán bajo el régimen anterior, por lo que no se verán afectados por los nuevos límites generacionales.
En cambio, quienes no alcanzaron a entregar la documentación antes de esa fecha, deberán adaptarse a las nuevas reglas, lo cual implica, para muchas familias, replantear sus planes migratorios o buscar alternativas legales más complejas.
¿Un nuevo referéndum en el horizonte?
En paralelo, se han abierto debates en Italia sobre un posible referéndum que podría revertir o flexibilizar algunos aspectos del Decreto Tajani. De aprobarse, permitiría volver a una forma automática de obtención de la ciudadanía para descendientes, aunque por ahora se trata de una posibilidad en discusión.
Conclusión
La entrada en vigor del nuevo límite generacional para la ciudadanía italiana representa un golpe para miles de descendientes que, hasta ahora, podían iniciar su trámite sin importar la distancia generacional. Sin embargo, la posibilidad de una nacionalización especial tras residir en Italia, y el eventual llamado a referéndum, mantienen vivas algunas esperanzas para quienes buscan recuperar su vínculo con las raíces italianas.